HISTORIA DEL LÁPIZ Y CÓMO ELEGIRLO
- Antonio Amilivia
- 28 sept 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 26 feb
En esta entrada, esbozaremos la historia del lápiz y trataremos los conceptos básicos para elegir el lápiz más adecuado.
Para saber cómo elegir un lápiz, en primer lugar hay que recordar cómo se fabrica. El lápiz de grafito tal como lo conocemos hoy en día, es decir, una mina insertada en un trozo de madera, hizo su aparición en el siglo XVI en Inglaterra.
Fue Konrad Steiner quien ideó el concepto de lápiz de madera en 1565 a raíz del descubrimiento de las minas de grafito puro, la plombagina. Pero serán dos importantes personajes los que lo desarrollarán hasta convertirlo en el popular instrumento que hoy conocemos.
Nicolas-Jacques Conté: este pintor, militar y aeronauta francés es el creador del lápiz moderno. En 1794 Francia sufría un bloqueo económico que le impedía importar grafito de Inglaterra, principal productor del material. Para solucionar la dependencia de la importación de grafito, Conté tuvo la idea de mezclar grafito con arcilla y rodearlo de cilindros de madera, logrando reducir la cantidad de grafito por lápiz. Recibió una patente por el invento en 1795 y comenzó a producir lápices en su fábrica. Los lápices Conté siguen estando entre las grandes marcas de lápices.
Lothar von Faber: este industrial alemán estudió en París los conceptos básicos del método Conté y en 1840 realizó mejoras significativas. Su trabajo se centró en experimentar con la dureza de las minas y desarrolló diferentes recetas. Fue él quien dio a la madera su forma hexagonal para evitar que los lápices rodaran sobre los pupitres. La marca Faber-Castell continúa siendo fundamental en el mundo del dibujo.
¿Qué tipo de lápiz hay que elegir?
Hoy en día, el lápiz de grafito, así como el portaminas, sigue siendo una herramienta indispensable en muchas profesiones.
Las minas de lápiz de grafito se clasifican según su dureza. Para reconocer el grado de dureza de la mina de un lápiz no es preciso utilizarlo. Existe un código de símbolos que nos permite saber esta condición del instrumento que nos ocupa.
Comúnmente comprobamos que todos los lápices, excepto los de ínfima calidad, tienen en uno de sus costados o bien un número, o bien una o dos letras, o números y letras.

Estos números y letras indican el grado de dureza de un lápiz, con arreglo al siguiente baremo:
Con números:
Nº 1: blando.
Nº 2: dureza media. Se trata de un lápiz intermedio entre los blandos y los duros.
Nº 3: duro.
Nº 4: muy duro.
Con letras:
H (Hard): son lápices de punta dura. Permiten hacer trazados precisos, pero los trazos obtenidos carecen de negrura. Su color varía de gris claro a gris medio. El lápiz H se puede borrar fácilmente.
B (Black): es un lápiz de punta blanda. Ofrecen trazos oscuros, pero la mina se desgasta rápidamente. Son difíciles de borrar, por lo que los dibujantes corrigen sus trazos con gomas de miga de pan.
HB (Hard Black): son lápices de dureza media, comúnmente utilizados por el público en general. Los trazos se pueden borrar fácilmente.
F (Fine Point): estos son los lápices que se encuentran entre la mina HB y H por su nivel de dureza.
Ahora bien, no existen dos únicos tipos de lápices: uno duro y otro blando. Este instrumento de dibujo se fabrica en una extensa gama de durezas que va desde lápices muy blandos o extrablandos a lápices muy duros o extraduros. Entre ellos existe una escala de mayor o menor blandura o dureza cuyos grados se indican por medio de un número situado junto a la letra en cuestión.
He aquí la escala; obsérvese que cuanto más alto es el número mayores son las cualidades de dureza o blandura del lápiz correspondiente:

Teniendo en cuenta la escala, el lápiz B es el menos blando de este subgrupo; por el contrario, el lápiz 7B es un lápiz extraordinariamente blando, sumamente graso y de un negro intenso. El H es el de dureza más suave, y el 9H es un lápiz superduro, apto para la ejecución de líneas muy finas destinadas a trabajos que requieran una especial limpieza y precisión de trazado. Un lápiz, en realidad, propio para el dibujo industrial, donde la exactitud de medidas es esencial.
¿Cómo usar los lápices?
Ahora veamos qué supone en la práctica la existencia de lápices de mina dura y lápices de mina blanda.
Si observamos el siguiente dibujo advertiremos que posee zonas trabajadas con trazos y manchas de un negro intenso, a diferencia de otras en las que la intensidad es menor.

Si para realizar esta ilustración empleásemos un solo lápiz (por ejemplo, un 2B) deberíamos tener especial precaución a la hora de dibujar las zonas más claras. En efecto, un lápiz blando produce un negro intenso, y si lo que buscamos es un tono pálido, apenas presionemos un poco sobre el papel, habremos obtenido un tono más oscuro que el deseado.
Para evitar esto, lo mejor es usar varios lápices para un dibujo que sea complejo y en el que aparezcan varios valores del gris.
Para los tonos intensos utilizaremos un lápiz blando; para los tonos medios un lápiz de dureza media, y para los tonos claros un lápiz de dureza suave.
En concreto, un 2B, un HB y un 3B u otro de mayor dureza si es preciso.
Las marcas de lápices
Es importante elegir bien la marca de nuestros lápices para tener una herramienta de calidad. Existen en el mercado infinidad de marcas de lápices, desde aquellos cuya calidad es ínfima y desde ningún punto de vista recomendable para trabajos artísticos de cierto valor, hasta magníficos lápices cuyo uso, en sí mismo, es un auténtico placer.
Sin embargo, entre esa enorme cantidad de marcas, a nuestro juicio, destacan por su calidad auténtica solo unas pocas.
Algunas minas pueden contener granos más duros que dejan marcas en la hoja. Una mina de mala calidad se puede romper muy fácilmente. Un lápiz de grafito de calidad debe tener una mina homogénea y resistente para ofrecer una buena calidad en los trazos.
Para el dibujo artístico, podemos incluir las siguientes marcas:
Faber Castell: los modelos Castell 9000 (del 6H al 8B) se encuentran entre los referentes en el mundo del dibujo;
Derwent: también ofrece lápices de grafito de calidad y están disponibles del 8H al 9B,
Staedtler: los modelos Mars Lumograph son lápices de alta gama, del 6H al 8B;
Koh-i-Noor: otra marca conocida por los dibujantes. Su gama 1500 forma parte de los lápices de grafito de alta calidad.
Todas estas marcas están perfectamente garantizadas, con un prestigio bien ganado entre los dibujantes de todo el mundo. ¿Cuál recomendamos nosotros? Francamente, ninguna en particular. En dibujo cada artista es un "maniático" de sus medios expresivos.
Tal dibujante lleva trabajando toda la vida con un lápiz Koh-i-noor y ya podemos ponerle en la mano el mejor lápiz del mundo, que si es de otra marca el dibujante en cuestión comenzará a notar extrañas molestias en el especial tacto trazador del mismo, hasta el punto de no poder trabajar a pleno rendimiento.
Nuestra recomendación es sencilla: debemos procurar experimentar con el mayor número posible de estas marcas de calidad, hasta que encontremos una cuyas características de suavidad o aspereza, su "tacto" sobre el papel, sea el que más nos satisfaga.
Esto es muy importante. Cada dibujante debe utilizar "sus" marcas, aquellas que mejor le vayan personalmente. De otra forma, el rendimiento en el trabajo puede verse severamente afectado.
Así pues, investiguemos, entre las marcas de mayor calidad, hasta descubrir cuál es "nuestro" lápiz.
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